Espacio repleto de reflexiones, relatos, historias, opiniones...

Textos llenos de pensamientos intensos, de palabras de aliento.

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Algún lugar hacía falta donde poder expresar todo lo que por dentro uno guarda.
O simplemente opiniones que se retienen en el interior, causando dudas...
A este lugar se le bautizará como el jardín de las opiniones, donde crecen ideas, e incluso se podrán plantar en él sentimientos, que quizás, algún día den su fruto...
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Éste soy yo, éste es mi ser.

2017-01-09

Pasos lentos

A pasos lentos caminaba sin rumbo fijo con tristes arrancares que dudaban del continuar de su marcha. Prevalecían en sus gestos las sonrisas obligadas a la cara de un público cada vez más numeroso, repleto de jóvenes, adultos, ancianos e incluso niños que le tomaban de ejemplo.

"¿Cómo puedo ser la meta de esos niños, siendo el ser más perdido?" susurraba mientras el gélido viento le golpeaba la cara con sus propias palabras, impidiendo que fueran más allá de su máscara.
"¿Por qué no eligen a otro luchador, a otro valiente, a alguien que de verdad sepa lo que quiere y lo de todo por ello?"; continuaba su paseo matinal.
Mientras, ordenaba preferencias en una lista mental cuyas elecciones eran cada cual menos nítida. ¿Qué le hacia despertar? "La alarma del móvil, supongo..." bromeaba con su conocido toque satírico de la monotonía de sus días. Se daba cuenta de que poseía la sensación de no tener nada de valor, sentía que teniendo mucho, perdió más de lo que se le ofreció.

Y andaba...
Continuaba con pies fríos, pero pesados. Aunque era ligero, ágil, veloz... estaba anclado sin poder alzar el vuelo. Sentía cómo sus zapatillas se veían pegadas en el suelo haciéndole cansada la vuelta al barrio.
No conseguía valorar sus pertenencias. Con ello lograba sentir menos suyos los logros obtenidos hasta el momento. No sabía realmente si servía de algo, si tenía capacidad de realizar algo que le llenara.
A ver si iba a ser verdad lo que el maestro Michelangelo Buonarroti dijo y realmente "el mayor peligro para la mayoría no reside en establecer una meta demasiado alta y fracasar, sino en establecerla demasiado corta y conseguirla."

¿Habrán sido las metas demasiado fáciles y ahora no tiene nada que le motive?

Y continuaba tambaleándose por la calle, sabiendo que su paseo iba llegando a su fin con cada nueva zancada. Acababa esa sensación del blanco y negro en las calles y una triste banda sonora llevando el ritmo en sus contados e impares pasos, de tres en tres, como si bailara un vals con la tristeza y no fuera capaz de guiar su cuerpo siquiera.


Calienta su habitación con los pocos papeles que le quedan de su antiguo diario y siente en sus propias carnes las lecciones que le daban del cómo el pasado es el único que puede darnos calor cuando nos sentimos helados. Y por mucho que sudaba, seguía crujiendo el hielo de sus pensamientos, misma sensación de pisadas en la nieve.

La última vez que sintió calor, sintió seguridad, sintió protección y ganas de luchar por algo, fue la vez en la que durmió recibiendo un abrazo. Miró los ojos cerrados de la persona por la que juró entregar sus fuerzas y le deslizó un "Procura no faltarme, por favor. Eres la columna de mi fortaleza."

Y mañana, como todos los días, planeará su ritual. Sus pasos lentos e inconscientes, andando kilómetros y kilómetros en la oscuridad y el frío de sus ilusiones, buscando algo que le de energía. Que no le deje deslizarse hasta un nuevo foso de miedos.

Y con esperanza, andaba. A pasos lentos y sin rumbo fijo.

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