La mejor compañía.

"¿Qué es lo que te frena a la hora de avanzar?
El mero hecho de disfrutar de cada instante, es lo que realmente te hará ser feliz y estar contento con tu persona. Pues martirizándote, solo lograrás lastrarte de tal manera, que será mucho más pesado el continuar tu camino.
Piensa en una simple pregunta. ¿Quién será aquella persona que te acompañe durante toda tu vida, en todas y cada una de tus aventuras? Esa única persona que no te abandonará ni en la oscuridad, ni en el día más iluminado. Ni en los claros, ni en los días de tormenta. Ni por el día, ni por la noche. Ni en la realidad, ni en los sueños. Esa persona, eres tú.

¿En serio quieres hacerte sufrir, cuando tú eres la persona que depende de ti mismo? ¿Realmente crees que debes dañarte, impidiéndote así avanzar?
Nunca subestimes tu propio poder. Nunca pienses que eres menos de lo que realmente vales. Pues hay que tener en cuenta que todo lo que eres, lo has logrado tú solo, con tu ayuda. Tú eres el héroe de tu historia. Y ahora, por un pequeño tropezón que das, ¿te quitarás los méritos de todos los años vividos superando retos?
Tu primer llanto, tu primer paso, tu primera zancada, tu primera palabra, tu primera frase, tu primer aprobado, tu primera prueba pasada... Todos son esas pequeñas montañas que lograste traspasar, con la ayuda de tus ganas de avanzar y de seguir adelante. Por ello, no tienes que restarte valor. Es más, puede que valgas muchísimo más de lo que crees, o mucho más de lo que normalmente te suelen decir.

Tienes que saber que sin tu fe y sin tu fuerza interna, no podrás ser realmente feliz. Pues una persona vacía, puede ser de todo menos sinceramente alegre.
Solo tú podrás decidir entre ayudarte a poder ser una buena compañía, o hacerte tropezar mil veces, haciéndote cargar con tu propio peso, siendo así una carga mayor tu persona.

Cárgate de mil amplias sonrisas, llénate de esperanza, y sal a la calle enfrentándote a cada reto con tu mayor fuerza, y teniendo en cuenta que se multiplicará al ser tu persona interior la que te apoye en todo momento.
Pues si no lo haces tú, ¿quién lo hará por ti?

Carta de una madre desesperanzada

"¿Qué ha pasado con todo? ¿Qué ha sido de aquello que crié?
Querido hijo mío, que estás leyendo esta carta.
No voy a querer que me expliques nada, no voy a querer culparte de nada, ni tampoco hacerte sufrir. Pero no me queda más opción que ir dándote toques, esta vez en forma de mensaje.

Te das cuenta que desde la creación de los primeros seres, he intentado daros todo, ¿no? Siempre me habéis tenido presente ante cualquier necesidad que os viniera. Siempre junto a vosotros. Pero no se si habéis estado agradeciéndomelo, o haciéndoos presas de vuestra propia avaricia.

¿Habéis visto qué de especies creé para que convivierais los unos con los otros aprendiendo de cada uno? Por ejemplo, os mezclé con lobos, para que aprendierais a trabajar en manada. Os mezclé con hormigas, para que aprendierais a ser trabajadores, y que ello, os daría frutos. Os mezclé con perros, para que aprendierais a ser leales. Os mezclé con pájaros, para que aprendierais a sentiros libre. Os mezclé con infinidad de seres vivos, para que aprendierais a ser fieles, generosos, agradecidos, felices... Solo quise daros todo lo que necesitabais para que fuerais la mejor y más evolucionada especie. Pero a veces me pregunto, ¿me equivoqué al facilitaros tanto todo?

¿No os habéis fijado? Sois la única especie que está acabando con todo lo que tiene, e incluso con todo lo que es de otras especies. y siempre he tenido la duda del por qué.
¿No sabéis agradecer lo que poseéis? ¿No os podéis conformar con lo necesario, que siempre querréis más? Es algo que no entiendo. Habéis acabado con vuestras especies compañeras, esas que son parte de vosotros, y todo simplemente por pura avaricia. ¿Os sentís más al realizar tales criminales casos? Y lo peor de todo ya, es que acabáis con los de vuestra propia especie sin necesidad alguna de ello. Estoy empezando a plantearme que sois la menos evolucionada, la que menos ha progresado, la más prescindible.
Daos cuenta que los humanos sois la única especie que bebe sin tener sed, come sin tener hambre, habla sin tener nada que decir, y es capaz de matar únicamente por placer y sin motivo alguno.

Si os borrara del lugar de vuestra existencia, el mundo continuaría con total normalidad, e incluso mejoraría bastante en cuanto a tranquilidad y peligro. En cambio, si eliminara otra especie, el transcurso de la vida cambiaría por completo, y no habría un equilibrio normal. El mundo estaría destinado a la perdición y destrucción.
¿Os habéis dado cuenta ya de ello? ¿Tenéis en mente ese dato? Sois los que estáis destrozando vuestro hábitat natural.

Creo que lo tenéis en cuenta, por ello queréis impedir que yo, vuestra madre, lo realice. Y la única manera que veis de evitar eso, es acabando conmigo. Estáis quemando mis bosques, estáis destrozando mis tierras, estáis saqueando mis bancos naturales, destrozando mis bellos paisajes...
Solo queréis lograr que yo caiga antes que vosotros, pero tened algo en cuenta. Soy vuestra madre, y una madre, nunca podrá castigar de esa manera a unos hijos. Aunque me estoy dando cuenta que no se si deberé empezar a tomar la justicia por mi cuenta.
Os avisé con alguna fuerte tormenta, grandes oleajes, movimientos terrestres... pero parece que no os dais por aludidos.
Solo me queda deciros que no quiero ser estricta, pero que quién sabe a qué punto llegaré la siguiente vez. Aunque no quiero. Prefiero que vivamos todos juntos, colaborando, por nuestro mejor futuro.

Espero desesperanzada vuestra respuesta, lo antes posible. Mientras en forma de lluvia, mis lágrimas caen por todas partes.


Con cariño, y siempre intentando ser positiva, vuestra madre, la Madre Tierra.
Gaia."

¿Arrepentimiento? Puede ser tarde.

"¿Quién es capaz de cortar las alas a un ángel, no permitiéndole así volar?
¿Quién es capaz de inmovilizar las patas a cualquier animal que acostumbra a correr por grandes senderos?
¿Quién es capaz de arrebatar aquella cosa más valiosa que el humano posee?

Tanto se habla del tema, tantos casos se halla uno a diario, y aún así, parece que el mundo continúa haciéndose el ciego ante semejante barbaridad. Se sigue pasando de cada historia salida a la luz, por el mero hecho de que no se ha llegado aún al extremo. Eso si, cuando llega a tal punto, todos apoyan a aquellas personas que sufren de ello, y les homenajean. Pero pasados los dos días, todo olvidado, ¿no?

Tantos son los silencios gritados al alba entre lágrimas, por la razón de no despertar al demonio que les hace del día a día una rutina de sufrimiento. Tantas las sonrisas expulsadas ocultando un dolor comparable al de cientos de golpes... Siempre serán presas del miedo, siempre serán víctimas de la avaricia, del poder, y del egoísmo, pues esos seres horripilantes no entran a razón.
¿No pueden ver cada lágrima cayendo sobre el suelo? ¿No pueden ver cada gota de sangre manchando su ropa? ¿No pueden ver que aquello que dañan, es aquello que querían hace poco?
Son ciegos, son inhumanos. Solo son el resultado de lo que se denomina el retroceso en nuestra evolución.

Cuando actúan sin sentido común, sin poder razonar ni reflexionar. Cuando sólo se dejan llevar por el odio que poseen hacia si mismos, es cuando puede llegar el final del sueño, y el comienzo de su pesadilla.
Sobre ellos se halla tendido el cuerpo que una vez les hizo felices. La persona que una vez logró que se sintieran lo más querido del mundo, y que teniendo en cuenta cada circunstancia, nunca les abandonó.

Ahora son sus lágrimas las que se derraman por su mejilla. Es su ropa la que mancha la sangre caída...
Son sus golpes los que han hecho de su amor, una historia acabada demasiado pronto. Una historia cuyas páginas fueron arrancadas y tachadas, no dejando así leerlas a terceras personas.

Es el momento en el que los demonios comienzan a recorrer su cuerpo. Arrepentimiento es lo único que sienten, pero, ¿acaso no pudo surgir antes? Siempre se darán cuenta, cuando sea demasiado tarde.


Lo malo, y realmente triste es que casos como éste, podrán encontrarse en cualquier lugar. Silenciados a base de amenazas. Y eso, es lo que hay que intentar evitar. No llegar a ese comportamiento primitivo que solo causa daños.
Una sociedad ciega, que solo nos hace preguntarnos:
¿Cuándo llegará el momento de actuar? ¿Cuándo comenzarán a darle importancia?"