Espacio repleto de reflexiones, relatos, historias, opiniones...

Textos llenos de pensamientos intensos, de palabras de aliento.

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Algún lugar hacía falta donde poder expresar todo lo que por dentro uno guarda.
O simplemente opiniones que se retienen en el interior, causando dudas...
A este lugar se le bautizará como el jardín de las opiniones, donde crecen ideas, e incluso se podrán plantar en él sentimientos, que quizás, algún día den su fruto...
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Éste soy yo, éste es mi ser.

2014-06-27

Sé el gesto que cambia todo.

"A usted, que le estas líneas con atención; que presta un poco de su tiempo al dejarse llevar por los sentimientos capaces de exteriorizar unas palabras... ¿cómo cree que hemos llegado al punto en el que estamos? ¿No cree que nos hemos vuelto algo menos sensibles y más indiferentes con todo lo que nos rodea?

Vistas tuve diferentes situaciones en las que nadie quiso colaborar, ya sea extendiendo una mano para ayudar, o simplemente apoyando con una silenciosa presencia. No soporté visualizar las caídas de gente por la calle, y un corro de personas limitándose a reír y a vacilar a la víctima de este inesperado pequeño accidente. No pude creer lo que veía. Era algo a lo que, poco a poco, hemos llegado.

Poco a poco, han enseñado a los más jóvenes a no tener ni piedad, ni empatía con los demás, para así poder llegar más alto en la vida. Han dado lecciones de cómo ser egoístas, para poder lograr todo lo deseado, sin que nadie te lo evite. Han enseñado que en un viaje de uno, no tienes más preocupación que cuidar de una sola persona, y gracias a ello, menos tiempo perderás. 
¿Cómo van los jóvenes a entender lo que es ayudar, colaborar o realizar algo voluntariamente, cuando nunca les han enseñado a hacerlo, y aquellos que les rodean tampoco se lo han demostrado?

Véase el ejemplo del joven que, insultando y cargando violentamente contra otros, busca ser el superior, imponiendo su ley, creyendo ser así controlador de todo. Pero no sabrá nunca cómo todas sus víctimas pueden unirse y enseñarle la realidad de la colaboración contra la individualidad. 
Hoy en día, pocos niños compartirán su comida, juguetes o lugares, pues les enseñan que primero deben recibir para poder dar, y de esa manera, lograrán ese 'equilibrio' interno que necesitan. 

Pocos ya se verán que realicen acciones por el bien ajeno, aun sabiendo que ellos pueden salir perjudicados. No existe ese sacrificio por los demás. 

Quizás, solo necesiten a alguien que les muestre cómo hacerlo. Quizás solo tengan que ver a un ejemplo a seguir, a alguien completamente desconocido realizando algo por otra persona, o por ellos... Simplemente el abrir una puerta, ceder el asiento en transportes, sonreír y agradecer, ayudar con cualquier cosa. Todo ello puede ser el comienzo de una larga cadena que pueda volver a traer ese sentimiento de colaboración; de querer hacer algo no solo por uno mismo, sino por alguien más.

Puede que tu simple y pequeño gesto sea el comienzo de un gran cambio."

2014-06-19

Sonrisas, miradas.

"¿Qué ha sido de las miradas fugaces y de las sonrisas tímidas? ¿Dónde están aquellos cruces de parpadeos con la intención de conocer más? ¿Por qué no volvemos a esas situaciones?

Recuerda la última vez que por la calle, en un cruce, en un paso.. intercambiaste las miradas con alguien que supiste que también se interesaba por tus ojos. Intenta traer a la memoria la última vez que entre leves sonrisas, se realizaban pequeñas visiones de tu rostro, creando una mayor y más tímida sonrisa.
¿De verdad queremos cambiar eso por unos textos digitales?

Ya poca gente se ve con la mirada en el frente, pocas visiones de horizontes, e incluso muchas personas no sabrían decir ni de qué color son las nubes y el cielo. Hemos creado una sociedad de personas cabizbajas, con la atención puesta en una pequeña pantalla que nos hace no sentirnos solos, cuando en realidad, nosotros nos excluimos de todos los que nos rodean.
Charlas en el bus, tren o metro, conversaciones de bar en las que dos personas se informaban de las nuevas noticias sucedidas, largas palabras en unos esperados reencuentros. Todo ello se está reemplazando por unos gestos pixelados en formas de emoticonos, en los que los sentimientos, pocas veces están presentes.

La mayoría de la gente no sabría diferenciar una cara de tristeza, de una de desesperación, o incluso de agonía. Tampoco sabrían ver la alegría, la luz, la euforia que crea un reencuentro, pues lo único que querrán es publicarlo o comunicarlo con otras cien personas no presentes frente a ellos, pero que logran hacerles sentir acompañados, cuando la verdadera compañía, la tienen frente a su cuerpo.

Ya no existe el amor fugaz, creado por una pícara mirada en una mañana de verano, o la confianza de una sonrisa que se extiende junto a una mano frente a ti para ofrecerte ayuda. Estamos perdiéndolo todo, y no es nada agradable.

Mira a tu alrededor, y cuenta cuánta gente podría devolverte una mirada en un momento. Verás cómo una gran mayoría se concentran en sus acompañantes digitales, que aunque le hagan parecer una persona solitaria en un banco, se sienten acompañados.

Hemos querido cambiar los humanos, por las máquinas. Las miradas, por los píxeles. Los sentimientos, por los iconos. Las sonrisas, por comentarios.
Hay que levantar la cabeza y volver a recuperar lo que teníamos, lo que nos caracterizaba como humanos y como animales que sienten de una manera diferente, de una manera única en la que un milisegundo, puede cambiar el gesto para todo el día."

2014-06-09

Más fácil, o todo lo contrario.

"Las redes sociales, todo un gran invento para la comunicación, todo un lujo para estar conectados entre nosotros durante más tiempo o más a menudo. Todo un avance en las relaciones humanas... ¿o puede que no?
¿De quién estás más pendiente, de la persona que te debe contestar o del propio teléfono? Aunque te diga que en una hora no te contestará, estarás pendiente de mirar cada minuto esa pantalla, pensando que algo te llegará. Y en muchas ocasiones, mirándola por acto reflejo, sin intención de ver nada.

¿Dónde quedaron las cartas recibidas en papel? ¿Dónde se perdieron las visitas inesperadas, o las llamadas  hasta tarde? Ya no hay intención de lograr ver a alguien para poder saludarle, pues todo se soluciona con un breve mensaje escrito en el que un "¿qué tal todo? A ver si estamos" lo soluciona, relativamente.
Ya no existe el valor de realizar largos viajes para poder ver a alguien, esa distancia se ha convertido en número de líneas escritas. La limitación del no poder tener a alguien a tu lado, cuando sus palabras serían las que te calmaran, o sus acciones las que te harían reír y olvidarte de los problemas... pero no podrá ser así, pues esa persona te apoyará con unas líneas de una empatía 'virtual' que serán algo con lo que te deberás conformar.
Pero, ¿y si esa persona hubiera aparecido cerca de ti, y te hubiera llamado para veros en algún lugar y así poder comunicarse mejor?

Cierto es que dichas redes nos ayudan a mantener muchísimo mejor el contacto con la gente distante, pero olvidamos los gestos que nos hacen ser más humanos, nos olvidamos de las reacciones vividas en persona. ¿Acaso hablando con alguien tras la pantalla podrás apreciar su brillo en los ojos tras sonreír? ¿Podrás contemplar su necesidad de recibir un abrazo tras bajar su mirada? ¿Podrás apreciar lo que de verdad siente?

Estamos perdiendo la verdadera humanidad entre píxeles, y el verdadero sentimiento en kilómetros siendo cambiados por frases. Cada vez habrá menos viajes y visitas, pero más mensajes de texto.
¿Y eso compensa?"