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- ¿Por qué no prosigues tu camino?
- Porque tengo miedo.
- ¿De qué?
- De que en el camino, me encuentre solo y no haye nada más que horizontes insuperables...
- Pero no todos los horizontes son insuperables, hay muchos que se superan, y gracias a ellos se comienzan a superar todos...
- ¿Como cuales?
- El primero, el del miedo al caminar hacia delante.
- Es tan fácil decirlo sinmás... ¿En algun momento tu mientras has andaste no te encontraste solo y sin saber a donde ir?
- Sí.
- Y, ¿por qué seguías caminando? ¿en quien te apoyabas?
- En tí.
- ¿Cómo que en mí?
- Querida esperanza, hay momentos en los que no sabes de donde sacas esa fuerza para seguir caminando.
- Entiendo... Pero mi duda es... ahora, ¿yo qué hago? no sé si seguir adelante...
- En un momento mira a tus piés y dime: ¿no ves que estamos caminando hacia otro horizonte?
- Pero, ¿no tenemos que superar muchos para ir hacia otro?
- Mira hacia atrás, y dime: ¿Consigues ver cómo hemos superado el horizonte del miedo?

Ahora comienza tu camino.