Tu propio laberinto.

"¿Por qué marearte de esa manera? ¿Por qué te creas esa propia espiral en la que das mil vueltas a lo mismo?
Todos los problemas, todos los casos, todas las dudas, tienen un comienzo y un final. Un principio en el que el nudo lo escribes tú, y siempre acabarás en el mismo desenlace. Entonces, piensa. ¿Prefieres un difícil problema, o lo más simple y fácil de solucionar? Pues tú serás el que decida el cómo será. Y tu mente hará de ello algo fácil, o lo más complicado jamás visto.
Haz memoria, recuerda, cuando has tenido algún quebradero de cabeza, ¿cuántas vueltas le has dado? Imagino que como la gran mayoría de las personas, serás de las que le ha dado multitud de vueltas, pero en aquel bucle en el que siempre el final, será el comienzo. Y te encuentras una y otra vez con el mismo problema. Aquel que tenías al principio, y al que como ahora, no encontrabas solución. Y toca preguntarnos, ¿dando mil vueltas al tema, logramos encontrarle algún tipo de salida?

Descansa, aléjate de todo aquello que te haga pensar, ve a un sitio tranquilo, conecta con la naturaleza, reflexiona, pero no pienses. Pues lo que hace que no encontremos solución alguna a nuestros problemas, es el darle mil vueltas a los mismos. ¿Acaso si pensamos constantemente en una suma o multiplicación, tendremos tiempo u oportunidad de buscar la respuesta? ¿Si le damos mil vueltas a un cubo de Rubik sin realizar movimiento de pieza alguno, conseguiremos resolverlo? ¿Si solo nos limitamos a leer una pregunta, será respondida?
No te presiones, ni tampoco te martirices con haber cometido un fallo o haber sufrido una desgracia. Pues con ello solo lograrás darle más fuerza a tu preocupación, pero no dártelas a ti. Ese mal que rodea al hecho de estar así, ganará más terreno y tendrá más sitio donde plantarse, donde estar.

Si piensas un poco, te darás cuenta de que tú eres esa persona que crea el laberinto de problemas del que luego no sabe cómo escapar. Y cuando nos encontramos en esa situación, ¿qué podemos hacer?
Habrá gente que querrá ayudarte, y gente que te guiará en ese difícil camino. Sólo déjate llevar. Y si no te gusta el sendero guiado, busca la respuesta en los pequeños enigmas que vives cada instante. Pues ellos te darán las piezas para completar ese puzzle que te mostrará el mapa ya resuelto, de aquel laberinto que un día creaste.

Ten fe, no decaigas, y nunca te des por vencido, pues solo tú eres capaz de resolver los misterios y problemas que la vida te planteará. ¿O prefieres andar en un camino sin fin, rodeado de paredes de preocupaciones?
Sólo tú eres capaz de luchar contra ti mismo, y contra los males que te acechan."